viernes, 24 de abril de 2009

Matamoros, guerrilleros y docentes


Cuando estas Navidades resuenen los últimos ecos del grito “Santiago y Cierra España” en el colegio CEIP Campolongo (Pontevedra), un nuevo atentado contra la cultura y la convivencia entre los seres humanos se habrá consumado. Resulta sorprendente que los profesores de dicho centro escolar hayan seleccionado para la Representación de Navidad de los alumnos de 4º de Primaria, niños de tan solo 9 años, la obra no publicada del Sr. Sáchez-Agustino del mismo título; obra que los profesores de este centro ha seleccionado tras pasar por la Junta de Pedagogía.

La leyenda, que no la historia, sitúa el origen de este grito guerrero en la batalla de Clavijo (siglo IX, y no XIII tal y como declama el personaje del peregrino en la obra), cuando el Apóstol Santiago se ofreció al rey Ramiro I para ayudarle en la batalla contra los “infieles Sarracenos”. Así, al ser invocado el Apóstol mediante este grito de guerra, apareció el Santiago Matamoros, personaje que, “milagrosamente “ y con la espada en mano, cabalga sobre los cuerpos de los musulmanes vencidos. Había surgido un mito de la reconquista. Y una leyenda, la de Santiago Matamoros, baluarte del cristianismo.

Al iniciarse la obra, el peregrino del citado autor aclara a los niños que el grito de “Santiago y Cierra España” literalmente significa: “ayúdanos, Santiago, España cierra filas contigo; estamos todos, hombro con hombro, muy unidos formando una poderosa formación, dispuestos a conseguir lo mejor para España y lucharemos valerosamente”. Y así, el peregrino hace repetir a los niños, por tres veces, el grito de SANTIAGO Y CIERRA ESPAÑA. En posteriores diálogos, una soldado cristiano (de nuevo la referencia a las guerras de religión) justifica la automutilación corporal manifestando que “hay doncellas que prefieren cortarse voluntariamente una mano y quedarse mancas. De esta forma evitan ser entregadas”. ¿Sabrán los niños de 9 años que una doncella no es una camarera de hotel, o del servicio doméstico? ¿Distinguirán entre un infiel, un sarraceno, un árabe, un moro y un musulmán, todos ellos enemigos de España, según el autor?
Una vez sometidos éstos en 1492, la conquista de América centra la política de la Iglesia y la Corona española, y Santiago Matamoros termina de pisar musulmanes para pasar a pisotear caciques indígenas, tal y como puede verse reflejado en muchas iglesias de hispanoamérica. Ya metidos en la era moderna, la utilización del Matamoros por el Régimen de Franco como símbolo de la Reconquista y de la Cruzada contra la República, y su posterior uso por la ultraderecha (y especialmente por los “Guerrilleros de Cristo Rey”) durante la transición española de la dictadura a la democracia, hizo desaparecer del calendario festivo español la Referencia al Apóstol Santiago, manteniéndose tan sólo en Galicia y localidades que tienen esta advocación como patrón.
Ahora, en el siglo XXI, un grupo de docentes del colegio Campolongo han decidido traer a la actualidad un grito de guerra que muchos ya creíamos desterrado del ideario patrio, y que muchos pensamos que su retorno a las aulas puede ser origen de actitudes racistas y xenófobas, además de burlar la debida aconfesionalidad y laicismo de la enseñanza primaria en España.

Nota: este artículo, publicado en varios periódicos, fué suficiente para que la mencionada representación de navidad fuese anulada, y jamás llegó a representarse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De vergüenza el artículo. Si yo fuera el director del colegio haría que la representasen no sólo en Navidad, sino a principio y final de curso también. Este país cada día me da más asco.