viernes, 6 de julio de 2012

VII De Cardexía a Misamis: Tipos de a bordo

- VII -
TIPOS DE A BORDO - ESCENAS Y LANCES
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Vapor Isla de Panay
Como no puede por menos, donde va tanta gente, hay a bordo tipos muy salados que se prestan a la pluma de uno de esos realistas que podrán fotografiarlos sobre el papel. Va un señor de barba blanca, gallego, telegrafista, medio chiflado. Hace su segundo viaje a Filipinas y asegura con toda formalidad que naufragaremos porque él tiene que naufragar en su segundo viaje.

Un subdelegado de Hacienda, pequeño, regordete, cojo, con tipo de tendero de comestibles, y que hizo un par de noches las delicias del pasaje. A ese buen señor le metieron en la cabeza algunas bolas de las más absurdas y como se las ha hecho creer no sé que politiquillo que le apadrina, las sostiene con tesón. Aunque asegura que no entiende una palabra, responde de la exactitud de sus aserciones porque quien bien lo sabía a el se lo dijo. Trátase nada menos que de un nuevo camino que de España conducirá a Filipinas. No hay más que taladrar el globo. Algunos comprendieron ó sabian ya quien le había ilustrado, y se tornaron sus defensores. Otros tomaban la cosa en serio. El calor central era el primer argumento que se les ocurría. Pero uno de los defensores salía al punto con que esa teoría estaba desmentida. ¡Eso! ¡Eso! repetía entusiasmado el buen señor. No es para repetir el sinnúmero de disparates que se han dicho. A lo mejor decía alguno que se iba a encontrar un fuerte obstáculo en las indiosincrasias, y otro replicaba enseguida que un "janké" acaba de inventar un aparato de esponjas combinadas que las destruían y ¡eso! ¡eso!, repetía el buen señor. El otro día estaba escribiendo, y sin duda deseaba dar cuenta del rumbo del viaje pues me preguntaba con la mayor naturalidad si aquella noche habíamos pasado el polo.

Entrada a la Cámara. Vapor Isla de Panay
Va tambien, una zorra con dos rabos, o mejor dicho una cabra con dos sogas según manifestó una de éstas. Seré más claro. Van dos hermanos que tienen un tercero que ha sido juez de unas oposiciones que hice y no ha sido la de Ultramar. El apellido es muy cinegético. Uno de ellos va casado con una andaluza guapilla pero con una pinta endiablada. Y los hermanos bien lo saben pues no dejan a la pobre muchacha. Los primeros días no se sabía de fijo quíen era el marido. Un señor que ocupa un elevado puesto en mi carrera, acercábase algo a esa familia. La gente se escamaba y sea que él no quisiera perjudicar el buen nombre de esa señora (así lo dice él), sea que ella le haya dado a entender que perdía el tiempo, (así lo murmura la gente), el caso es que se apartó y dejo de verse junto a la tal señora. A los dos días ocurriósele tomar un refresco (al galán) y al tratar de pagarlo le dicen que estaba pagado por el Señor X (el hermano soltero). Esto parecióle ofensivo pues en una ocasión había pagado el no sé que cosa que tomaron toda la familia, y se creyó en el caso de enviar sus testigos. Así lo hizo diciéndoles que preguntasen si había tenido intención de ofenderle al dar tal orden al camarero. Contestó que no y la cuestión debía quedar terminada aquí. Pero fácil es de suponer lo que de eso se hablaría a bordo, donde no pasa nada desapercibido, ya por el afán que hay de cualquier cosa de que se pueda hablar, ya porque como hay tanta gente siempre ha de haber alguno que escuche.

Camarote de Primera. Isla de Panay
Por lo demás no hay viaje de éstos de que no resulten algunos lances de honor, que como a bordo no pueden realizarse se aplazan para el desembarco, pero cuando se vé tierra, olvídanse las ofensas, hijas tan solo del aburrimiento de un largo viaje y no hay sangre.

Pero el caso este fué fecundo en incidentes. A los dos días de haber enviado sus testigos el tal caballero, se encontró con los del presunto contrario, a preguntarle iban si al enviar los suyos lo había hecho con ánimo de ofender. Contestó negativamente. Este nuevo detalle pareció todavía más sustancioso que los anteriores y se hizo de él buen consumo. Pero después los testigos se creían ofendidos a su vez porque andaban en boca de todo el mundo, que por cierto los trataba con poca caridad; y a su vez pidieron explicaciones y siguió rodando la bola. Una noche a hora bastante avanzada, algunos que durmieron sobre cubierta, vieron que paseándose la señora y su cuñado, disfrutaban y luego él la pegaba y llego el otro "frate" y la defiende ... Al día siguiente no se conocía más que la cojera del cuñado, que se había caído y lastimado en una pierna, pero de lo demás como si tal cosa. No faltan pues "trajedias" y “sainetes".

Con que hasta Singapore.

AUGUST0.

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